SER o NO SER ENTRENADOR

Como todo en la vida, al final dictamos sentencias y damos por cerrado ciclos, y lo tenemos tan marcado como algo habitual que no nos sale de ojo cuando esto pasa, y sencillamente no he conocido a ningún entrenador, y digo ENTRENADOR, que por un momento ha pensado que si perdía era mejor para él. Puede estar equivocado, no ver la realidad, o pensar que todo lo que le rodea esta a favor, pero tengo muy claro que siempre su intención será sacar el máximo y hacerlo lo mejor posible. Al final las cuestiones técnicas, tácticas, profesionales o incluso internas del club no dejan de lado la sentencia social que es más fuerte que cualquiera de las sentencias que pudieran ser lógicas, poder convencer y tener respaldo, es tan importante como saber y crecer, pero tengo claro que la primera será la que sentencie ser o no ser entrenador.

Soy Árbitro, soy Deportista.....

“Y tu hij@, ¿qué deporte práctica? Preguntaba una Madre, y respondía orgullosa la otra, mi hij@, Baloncesto, que bien y ¿en que equipo juega, no juega?, mi hij@ es árbitro”………. Y estoy seguro que en el 90% de los casos, la cara de la persona que recibe la respuesta es para grabarla, primero porque no entenderá que un árbitro sea un ¡¡DEPORTISTA!!, y segundo porque no entenderá que un padre se sienta orgulloso porque su hij@ es árbitro, y menos mal que podemos decir que hay muchos padres orgullosos (ven disfrutar a su hij@), y que saben y son conscientes de lo que pasan muchas veces su hij@, pero bien es cierto que son más conscientes de su formación integral, de sus principios, su ética, los valores que transmite, y un largo etc. que resume que vive y disfruta con su deporte y que siempre busca, como cualquier deportista, hacerlo mejor la siguiente vez.